Escalera con peldaños de argamasa
en mole que amuralla mi existir
mis pies encallecidos y descalzos
pisotean incansables sin cesar.
La euforia abrazo cuando asciendo
en mi abismo hundo al descender.

Recinto imaginario inaccesible
ventanas tapiadas por doquier.
Sagrado aquel refugio para mi alma
que aterrada de un mundo miserable
como feto en período embrionario
recluida mora oculta en sus linderos.