Por el falo emplumado
eyacula la bestia
hambrienta de poder
defeca sandeces.

La impotencia la asfixia
vomita maldad
sobre límpidos cuerpos
que el divino protege.

Que no tiemble mi mano
para asestar con placer
la estocada mortal.

Mandíbula abierta
carcajada infernal:
con eco, sin eco
en su triste danza final.

Se es feliz con tan poco...