Déjame tocarte a través del cristal
besar al aire e imaginar tus labios
escuchar tu voz con dulzura arrullarme
ver tu mirada clavarse en mi ser.
Cerremos los ojos para soñar despiertos
caricias que a la distancia nos queman
deseos que cada noche acrecientan
solitarios placeres de cuerpos sedientos
náufragos que unidos en esta locura
humedecen la arena de sus desiertos.