Cuando siento que el mundo me aplasta
el reloj enloquece y no marca las horas
sobre mi nuca las paredes estrellan
el pulso agitado se desboca sin brújula.
 
Cuando siendo de día se muda la noche
que odiosa perdura y nunca concluye
en su penumbra opresora me envuelve
cierra implacable todas mis puertas.
 
Cuando el amor es tirano y se esconde
la soledad me desgarra y devora
el cerebro trastoca su lógica
y quedo atrapada en el tiempo.
 
Cuando mi círculo no tiene salida
se quiebra el dique en mi vaso
la ansiedad por doquier se desborda
posesiva me abraza y asfixia.
 
Cuando escribo tejiendo palabras
plasmo y congelo el momento
resplandece la luz en mi túnel
es cuando al fin retorna la calma.